Coronación canónica de María Stma. de Gracia y Esperanza

 El 16 de septiembre de 2006 los hermanos del Huerto veían por fin cumplido su sueño de ver coronada a María Santísima de Gracia y Esperanza. El deseo de los hermanos de la Sagrada Oración en el Huerto de coronar a su titular, la dolorosa de Gracia y Esperanza no es nada nuevo. Este proyecto nació ya a finales de la década de los años 70, aunque no fue hasta principios de los 90 del pasado siglo XX cuando la junta de gobierno, arropada por miles de firmas, lanzó su primera petición para la coronación canónica. Esta tentativa a pesar de contar con un amplísimo respaldo popular no llegó a fraguar del todo, quedando postergado el expediente por parte de la autoridad eclesiástica.

Pese a ello, el anhelo de ver coronada a nuestra titular nunca se olvidó y las sucesivas juntas de gobierno que siguieron estando al frente continuaron trabajando de forma callada pero continua. Fue a la conclusión del Sínodo Diocesano cuando la junta de gobierno se empezó a replantear el tema de la coronación canónica de la Virgen y comenzó a dar los pasos necesarios para ello con la debida prudencia. Tras la coronación de la Pastora, en noviembre de 2004, y la aprobación en mayo de ese mismo año de las nuevas Normas Diocesanas para la Coronación de Imágenes de la Santísima Virgen María en la Diócesis de Cádiz y Ceuta, la hermandad retomó con más fuerza que nunca este proyecto, que relanzó definitivamente con el propósito de coronar a Gracia y Esperanza. En esta ocasión la hermandad se encontró con el decidido respaldo de nuestro Obispo, D. Antonio Ceballos Atienza, que acogió esta bella empresa con los brazos abiertos y ordenó la apertura del expediente de la coronación que en su día, en 1992, se presentó.  

Dicho informe, bastante amplio y detallado, fue actualizado y completado con nuevas aportaciones y se volvió a presentar al Obispado en otoño de 2005. El proceso, siempre con el apoyo del prelado diocesano y de nuestro director espiritual y párroco, fue avanzando en los meses siguientes y, según lo dispuesto por la normativa diocesana, pasó con éxito por todos los trámites exigidos para la coronación consiguiendo así el respaldo y los votos favorables del Consejo Pastoral Parroquial, del presbiterio del Arciprestazgo de San Fernando y de su Consejo Pastoral Arciprestal, así como del Consejo de Hermandades y Cofradías. 

Por fin la noticia más esperada por los hermanos del Huerto se dio a conocer en la mañana del domingo 26 de febrero durante la misa parroquial. El director espiritual de la hermandad y párroco de la Pastora, Francisco José Piñero Serván, dio lectura al Decreto de nuestro Obispo Diocesano por el que se aprobaba el informe presentado para la coronación canónica de Gracia y Esperanza.  

Conforme a este informe, la hermandad del Huerto se comprometió a desarrollar un proyecto catequético dirigido a los fieles con el fin de preparar a la comunidad para tal acontecimiento; un proyecto de la obra benéfica que se realizaría con motivo de la coronación, como signo de caridad fraterna; un proyecto artístico de la corona para María Santísima de Gracia y Esperanza y, por último, un proyecto de la celebración que, a requerimiento del Obispo Diocesano, tendría que desarrollarse con sencillez y austeridad, facilitando la participación de los fieles y hermanos de la cofradía.

En el aspecto social, la concesión de la coronación canónica supuso una potenciación del compromiso cristiano de la hermandad de Huerto con los más necesitados, elaborándose para ello un completo programa de acción social que incluyó una donación conjunta de sangre anual, coordinada por el Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Cádiz que aún hoy sigue realizándose tres veces al año. Además se donó una cantidad anual a través de la “Solidaridad Spínola” para el sostenimiento del proyecto de alimentación diaria de un niño durante todo el curso escolar, proyecto desarrollado por las Hermanas Esclavas del Divino Corazón de Sevilla (orden fundada por el beato isleño Marcelo Spínola y Maestre). Así mismo, se potenció la campaña anual de “Vuelta al Cole” en la que se facilita a todos los niños de las familias acogidas a Cáritas Parroquial, el material escolar que se solicite desde su centro al comienzo del curso escolar. Por otra parte, la hermandad colaboró económicamente con la fundación Niemann Pick, asociación que investiga la rara enfermedad del mismo nombre; motivado por la triste existencia en San Fernando en esos meses de un caso de un joven fallecido aquejado de dicha dolencia. Se apostaba por continuar con la campaña de Navidad “Ninguna familia sin productos navideños" y diferentes recogidas de alimentos. También la Hermandad se comprometió a aliviar los gastos farmaceúticos que pueda tener Caritas Parroquial y de sufragar parte de los gastos de la educación de los futuros sacerdotes de nuestro seminario diocesano. Por último, la colecta del día de la Coronación fue destinada íntegramente a Cáritas Parroquial. 

Pancarta solicitando  la  coronación en los años 90

Lectura del decreto de coronaciónen febrero de 2006.

Rosario de la aurora en mayo de 2006

En cuanto al programa de formación, se sucedieron tres ciclos de catequesis para la coronación, siendo el primero los días 1 y 2 de junio con unas conferencias cristológicas a cargo del Rvdo. Padre D. Jesús García Cornejo, canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Cádiz, delegado diocesano de Juventud y hermano de la cofradía. Además, el 4 de junio se celebró un rosario de la aurora con la imagen de Mª Stma. de Gracia y Esperanza, por las calles de la feligresía. La formación catequética continuó los días 8 y 9 de junio, con sendas conferencias de contenido mariológico impartidas por monseñor D. Giovanni Lanzafame, experto mariólogo y también hermano de la cofradía. El último ciclo, que consistió en una única conferencia sobre liturgia, corrió por cuenta del Rvdo. Padre D. Rafael Vez Palomino.

Por otro lado, el 3 de septiembre se llevó a cabo un retiro dirigido por el Rvdo. Padre D. Martín J. García Ramírez, vicario de la Parroquia de la Divina Pastora de las Almas por esos años, con la intencionalidad de preparar a los hermanos para la coronación canónica de su Titular. Finalmente el 9 de septiembre, D. Ignacio Bustamante Morejón, uno de los padrinos de la coronación y hermano mayor de nuestra corporación durante más de dos décadas pregonó a Mª Stma. de Gracia y Esperanza, en el templo de la Divina Pastora a las nueve de noche.



El triduo de coronación

No eran pocos los miembros de la familia hortelana que creían estar en un sueño desde aquel mes Febrero de 2006 se confirmara y se hiciera público la más bella y esperada noticia: la Coronación Canónica de nuestra titular María Santísima de Gracia y Esperanza. Todo pudo parecer una quimera, una simple ilusión a pesar de los actos preparatorios, de las charlas de formación, de la continua e intensa actividad que impregnaba la vida de la hermandad, más viva que nunca. Hasta que llegó el día que comenzaba el ansiado y Solemne Triduo preparatorio de la Coronación celebrado entre el 13 y el 16 de septiembre de 2006.

1º día del Triduo

El 13 de septiembre daba comienzo unos cultos históricos para lnuestra hermandad de la Oración en el Huerto, para el mundo cofrade de La Isla y para la Diócesis de Cádiz y Ceuta con la eminente primera Coronación Canónica de una imagen dolorosa en nuestra diócesis.

María Santísima de Gracia y Esperanza se colocó en el altar mayor de la Parroquia sobre su paso, pero sin el palio, con su candelaria totalmente encendida,  exornada con claveles y rosas blancas, tocada con una pequeña corona de flores y ataviada con su saya bordada, con un fajín bordado en oro fino con el escudo de la Coronación Canónica y con un sencillo manto blanco. Sobre su cabeza una preciosa toquilla donada por la hermandad de las Tres Caídas, formaban una estampa bellísima, majestuosa e histórica.

Los cultos comenzaron a las siete y media de la tarde, con el rezo del Santo Rosario y las Vísperas, especialmente realizadas por el advenimiento de la Coronación Canónica. Este primer día de triduo la palabra de Dios fue proclamada por el Reverendo Padre Sebastián LLanes Blanco, delegado diocesanos de Hermandades y Cofradías. El padre Llanes en su homilía dio toda una lección sobre las virtudes de la Virgen María, sobre la vocación de la Sierva de Dios. Asimismo trasladó estos argumentos a la vida actual, a una sociedad de hoy en día en las que en tanta falta hacen estas virtudes.

Después de la Santa Misa, que concluyó con el rezo de Salve Solemne a los pies de nuestra titular, la junta de mesa de la hermandad recibió nuevas muestras de cariño hacia la cofradía y de amor hacia Gracia y Esperanza por parte de hermanos, fieles, cofradías y otros colectivos. 

La familia Ponce Guerrero, donaría un broche y cruz en plata adornada con pedrería; la asociación de Belenistas de San Fernando “El Redentor”, por su parte donaría un artístico broche de la estrella de Oriente; la Hermandad de Humildad y Paciencia regalaría un hermoso broche dorado de un ancla símbolo de la Esperanza; la Hermandad de los Afligidos tampoco quiso perderse esta ocasión tan especial para el mundo cofrade de San Fernando, poniendo todo su cariño en el presente que entregó a nuestra titular, el cual fue una maravillosa pulsera. Le seguiría la otra hermandad del barrio del Cristo. La hdad. de la Vera+Cruz, entregó un broche con una cruz de madera con filos en oro. La hermandad Carmelitana del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, realizaría una emotiva ofrenda florar para el exorno del paso de palio de nuestra titular el día de su coronación. Cerraría, es este ocasión,  el turno de presentes y regalos la Orden Seglar de los Siervos de María, los Servitas, que ofreció a la Santísima Virgen una pulsera de plata con la Corona Dolorosa.

2º día del Triduo

El 14 de septiembre se celebraba el segundo día de triduo de coronación a nuestra titular. El por entonces vicario pastoral Reverendo Padre Martin José García Ramírez presidió la celebración en las que las intenciones, además, se aplicarían pon la Parroquia de la Divina Pastora. Acudió y participó en esta ceremonia la comunidad parroquial en pleno, que se hico cargo de las ofrendas. Incluso el coro parroquial regaló sus voces en esta nueva tarde de cultos en la que nuestra parroquia se quedó pequeña para acoger a tantísimos hermanos fieles y devotos que asistieron a los cultos. El padre Martin en su homilía insistió en el compromiso cristiano que supone para nuestra hermandad del Huerto la Coronación Canónica de nuestra titular e hizo hincapié en le necesaria implicación de la cofradía en la comunidad parroquial. De la misma manera, el vicario pastoral mencionó cómo la coronación de la Señora suponía un hecho trascendental que rebasaba las fronteras de la hermandad de penitencia para vivirse en la comunidad parroquial.

Una vez terminada la ceremonia religiosa, llegó el turno de nuevas ofrendas de amor por parte de hermandades e instituciones de La Isla. En primer lugar, la antigua Banda de la Cruz Roja actual Agripino Lozano entregó su insignia de oro a la hermandad; la hermandad de la Resurrección donó a la Virgen un broche con el escudo de su corporación, mientras que la hermandad de la Caridad donaría un alfiler con una medalla de oro, donde se puede leer “Caridad en la Coronación”. Más tarde llegaría el turno de otra hermandad franciscana, como es la del Cristo de la Expiración, que realizaría una ofrenda florar a Gracia y Esperanza y donaría el incienso que se utilizaría en la pontifical de Coronación y posterior procesión extraordinaria de alabanza. Pero no sería el único presente que Gracia y Esperanza recibiera de la Parroquia Castrense y Vaticana, ya que el Consejo Pastoral encabezado por el entonces Párroco Reverendo Padre Javier Orpinell Marco, obsequió a la Virgen con un hermoso rosario que portaría el día de su coronación. La hermandad del Patrón San José donó un broche con la estampa del Castísimo Esposo. En el broche aparecía inscrito “Hermandad de San José”; la hermandad del Carmen Coronada, patrona de nuestra querida cuidad obsequiaría a nuestra titular un precioso escapulario carmelitano en plata. La hermandad de Medinaceli se prostraría a las plantas de la Santísima Virgen para agasajarla con un presente que sería el escapulario en oro de dicha corporación del Lunes Santo. Desde la Parroquia de San Pedro San Pablo y los Desagravios llegaría también la Cofradía de la Soledad que donaría la insignia de oro de la Hermandad.

Y, como no podría ser de otra forma, las dos hermandades de penitencia que comparten con el Huerto la sede canónica pastoreña, las cofradías de Ecce-Homo y Misericordia, quisieron en esta jornada del triduo dedicado a la comunidad parroquial mostrar su afecto y cariño a la hermandad de penitencia más antigua de la parroquia. La hermandad del Lunes Santo donaría un broche de oro en forma de S como inicial del nombre de su titular Nuestra Señora de la Salud. Por su parte la hermandad sacramental de nuestra parroquia donaría un broche de oro con la Santa Faz y un pañuelo para nuestra titular. Ambos presentes se unían al que en el mes de agosto realizase las Hermandad de la Divina Pastora que no fue otro que un magnifico rosario.

3º día del Triduo

El triduo tocaba a su fin el 15 de septiembre, con una Santa misa dedicada a la propia Hermandad del Huerto y sus hermanos, promotores de la Coronación Canónica. Media hora antes, a las siete y media de la tarde arrancaban los cultos con el rezo del Santo Rosario. La palabra de Dios estuvo a cargo del Reverendo Padre José Francisco Piñero Servan, párroco en el año 2006 de la Iglesia de la Pastora, y por aquel entonces director espiritual de la hermandad, quién alentó a la cofradía en este nuevo compromiso que contraía con la coronación de su titular.

El ambiente que se respiraba no podía ser más cofrade y hortelano. Buena muestra de ellos fueron los presentes y regalos que fueron donados ese día a nuestra titular.

La hermandad del Santísimo Cristo del Perdón, del barrio de La Casería, fue la primera en entregar a la cofradía un magnifico broche bañado en oro con el escudo de la hermandad del Jueves Santo; la hermandad gremial de sanidad, Desamparados, donaría una cruz con una magnifica perla central. De igual forma, la hermandad del Cristo Rey quiso unirse a esta efeméride tan importante en el mundo cofrade de la Isla con una ofrenda floral y con el obsequio de un escudo en plata de ley de la corporación del Domingo de Ramos coronado con una palma. De igual forma, la hermandad de Nuestra Señora del Rosario realizó otra emotiva ofrenda florar a la Santísima Virgen. La hermandad de la Oración en el Huerto de la Capital Gaditana, tampoco quiso pasar por alto tan importante efeméride diocesana, obsequiando a nuestra titular con un broche del escudo de la hermandad hermana del Jueves Santo. El Consejo de Hermandades y Cofradía de San Fernando, encabezado por su presidente y la junta permanente en pleno, donó a la Señora un artístico pergamino pintado en recuerdo de la efeméride vivida. La Asociación cofrade la Venera, por su parte, donó el escudo de su asociación bañado en plata junto con un ancla símbolo de la Esperanza. La Asociación de Jóvenes Cargadores Cofrades realizaría una donación económica de 600 euros. El Partido Socialista Obrero Español de nuestra localidad quiso rendir su particular homenaje a la cofradía con la entrega de una placa conmemorativa.

I. Bustamante pronunció el Pregón de la coronación

Medalla de la coronación

Bendición dde la saya de la coronación

El Grupo Joven de nuestra hermandad no quiso dejar pasar esta la oportunidad de demostrarle el especial cariño y devoción que siente, por la que es la Reina del Huerto y de sus corazones, donando en esta ocasión, un majestuoso y antiquísimo rostrillo que al día siguiente luciera nuestra titular en el solemne pontifical de coronación y posterior salida extraordinaria de alabanza, así como tres azahares bañados en oro obra de nuestro hermano el orfebre Miguel Cuadros Belizón. La familia Tocino donaría las enaguas que nuestra titular llevó el día de su coronación canónica, mientras que la familia de Hombre Daza un magnifico broche. Por otro lado un grupo de varias familias de hermanos donaría las flores que María Santísima de Gracia y Esperanza luciera en su Coronación Canónica. De la misma manera un grupo de hermanos encabezados por Manuel Infante Pino quiso rendir su especial homenaje, donando un repostero conmemorativo de la coronación, obra de María del Carmen Sánchez Guillén. Como no podía ser de otra forma, la Corona era el motivo principal del repostero, bajo la cual se dispuso un ancladonde se acunaban dos angelitos que sostienen respectivamente las leyendas “Gracia Plena” y “Esperanza Nuestra”. Este grupo de hermanos también donó dos ángeles en orfebrería, realizados en plata en los talleres de Orfebría Santos, uno de los cuales porta una cruz que guarda reliquias del Beato Diego José de Cádiz. Por último y como broche de oro a esta inigualable jornada la madrina y padrinos de la coronación realizarían su particular ofrenda a la Santísima Virgen, una rama de olivo dorado confeccionada también por el anteriormente citado orfebre, aludiendo también así a la advocación cristífera de nuestra hermandad.


El Pontifical de coronación

Fue una ceremonia sencilla pero solemne, arropada por el cariño y devoción de ciento de hermanos de la Sagrada Oración en el Huerto, por hermandades y cofradías isleñas y por una autentica multitud de fieles que esa mañana del 16 de Septiembre participaron en el Solemne Misa Pontifical. Éste fue oficiado por el que es en actualidad Obispo emérito de la Diócesis de Cádiz y Ceuta y por aquel entonces obispo de la Diócesis Don Antonio Ceballos Atienza.

La plaza de la Divina Pastora en el Corazón de barrio, fue el lugar escogido para la celebración. El altar de la coronación se situó en la fachada lateral de la iglesia junto a la tradicional puerta de salida de las cofradías, justo donde actualmente se encuentra el azulejo de la Inmaculada y el cincuentenario fundacional de la cofradía y en el otro extremo del muro donde se ubica desde hace siglos el altar de María Santísima de Gracia y Esperanza que además fue recuperado el mismo año en una iniciativa promovida por la junta de gobierno ante la inminencia de la Coronación Canónica.


Con la colaboración del Ayuntamiento de San Fernando, a través de la Delegaciones Municipales de Vías y Obras y de Desarrollo Sostenible, se retiró todo el mobiliario urbano, se podaron los arboles e incluso se quitó durante unas semana la vieja cruz de cerrajería que se ubica en medio de esta plazoleta, que luego fue nuevamente colocada.  Para ello, nuestra hermandad contó con la correspondiente autorización de la hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Misericordia, que ataño fue la promotora de su colocación. 


Los exornos diseñados por Manuel Correa se basaron en la sencillez y los tonos verdes como color característico de la mariana advocación de la Esperanza. En el altar la Virgen ocupó un lugar central, presidiendo toda la ceremonia. Resguardando su paso de palio se colocó un hermoso baldaquino recubierto de antiguas telas cuidadosamente pintadas.  A sus lados se colocó dos grandes retratos de los otros dos titulares de la hermandad. A la derecha de la Virgen, Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto y a la izquierda el retrato del Beato Marcelo Spínola, que no podía sino estar presente en esta coronación que coincidía con el primer centenario de su tránsito a los cielos. La mesa del altar fue la misma que preside el altar  mayor de la Parroquia por expreso detalle de la hermandad. El ambón fue cedido por la Iglesia conventual del Carmen, mientras que las sillas utilizadas por los sacerdotes que concelebraron con el obispo son las que  por aquel entonces utilizaba la Corporación Municipal en el salón de plenos. También, gracias a la colaboración de la Armada, se utilizó un hermoso y antiguo trono de madera policromada y dorada, procedente del Arsenal de la Carranza para la sede.

Alrededor del altar se colocaron unas tres mil sillar que se distribuyeron en hileras por toda la plaza hasta la Calle Marconi y Daniel González. También fue expreso deseo de la junta de gobierno de la época que la Virgen fuera coronada en su paso de palio. Este constituye una de las identidades estéticas más característica de las imágenes dolorosas. No obstante, se adoptaron ciertas medidas para una mejor visualización de la Virgen. Para ello, se retiró la última fila de candelaria y uno de los varales para facilitar el acceso del obispo en el momento de la coronación.

La junta acordó que fuese la propia hermandad la que apadrinada este acto de  la Coronación de Gracia y Esperanza, representada en los sucesivos hermanos mayores que promovieron la coronación de nuestra titular: Don Ignacio Bustamante Morejón, Juan Miguel Rodríguez Rivera, David Rodríguez Collantes y por el hermano mayor en 2006 Don Francisco Hernández Romero. Como madrina la cofradía acordó que fuera una persona estrechamente vinculada a la hermandad y, sobre todo, a la Virgen de Gracia y Esperanza como era Doña Esperanza García Márquez, quién entre otros enseres se le debe el bordado de su paso de palio.

La Solemne Misa Pontifical comenzó las doce del mediodía tras el rezo del ángelus a la Santísima Virgen. Los actos no obstante se iniciaron una media hora antes. A las once y media de la mañana, la puerta lateral del templo parroquial, se abrió para dejar salir en procesión al cortejo compuesto por el grupo joven de la hermandad, el consejo pastoral de la Parroquia de la Divina Pastora y la junta de gobierno que acompañaba al paso de palio de María Santísima de Gracia y Esperanza bellamente portada por los cargadores de la asociación Jóvenes Cargadores Cofrades de nuestra ciudad. La imagen de nuestra titular procesionó tan solo con una toquilla y una corona de flores en la cabeza, a la espera que el obispo diocesano colocara la presea de oro sobre sus sienes. El cortejo cruzó la plaza de la Pastora y subió por la rampa lateral que se colocó a la izquierda del altar, junto a la calle Daniel González. La junta de gobierno acompañó a la Virgen hasta el lugar que ocupó durante el pontifical y luego bajo hasta los asientos a la espera de que comenzara la ceremonia. Nada más enfilar la Virgen la puerta del templo para iniciar su trayecto hasta el altar de la coronación, el silencio más absoluto se adueñó de la multitudinaria plaza de la Pastora. Solo los sones del trío de cuerda de la prestigiosa Orquesta Manuel de Falla y la Coral de San Fernando que acompañaron la celebración, se escuchaba en esos momentos tan emotivos.

Tras el rezo del ángelus, salió una segunda procesión compuesta por los padrinos, libreas con la corona, cuerpo de acólitos y el clero que celebró la Solemne Eucaristía Pontifical. El Obispo Don Antonio Atienza se encargó de cerrar este cortejo.

La ceremonia comenzó con la lectura del Decreto de Coronación Canónica de María Santísima de Gracia y Esperanza y del que se encargó el por entonces párroco de la Pastora José Francisco Piñero Serván. Tras ello se desarrolló con normalidad el rito de esta Solemne Eucaristía hasta llegar a la lecturas y posterior homilía de Don Antonio Ceballos Atienza, que proclamó un claro mensaje mariano. La homilía pronunciada no dejó impasible a ninguno de los presentes, en un día en el que los sentidos para la gran familia del Huerto estaban a flor de piel. 



A continuación, llegó el momento más esperado. El ritual de coronación canónica se inició con la bendición de la oresea. La madrina y los padrinos acudieron al altar para entregarla. Y luego el obispo subió al paso de palio para colocar la corona sobre las sienes de María Santísima de Gracia y Esperanza. El silencio se apoderó de la plaza y una vez colocada todos los presentes ovacionaron con aplausos que se prolongaron por varios minutos. Después de tantos años, por fin María Santísima de Gracia y Esperanza ya estaba coronada y el júbilo y la satisfacción se palpaban por todos y cada uno de los rostros de los hermanos del Huerto.

El pontifical continúo con la normal celebración de la eucaristía hasta llegar a su término, a las dos de la tarde. Posteriormente, la Virgen ya coronada bajó de altar y, aclamada por toda La Isla, emprendió el regreso a su templo; una breve trayectoria en la que no dejó de recibir miradas y aplausos. La comitiva formada por el grupo joven, la junta de gobierno, el consejo pastoral de la parroquia de la Pastora y el clero de San Fernando junto con el Obispo diocesano ya estaban en la iglesia cuando Gracia y Esperanza entraba de nuevo en su templo ya como primera dolorosa coronada en la Diócesis de Cádiz y Ceuta. Fue en ese instante cuando recibió otro fuerte aplauso por todos los presentes en el interior del templo pastoreño, que se extendió por toda la plaza, culminando de esa forma un pontifical de coronación irrepetible e histórico.


Homilía del pontifical de coronación

Es para mi motivo de alegría y de acción de gracias el poder estar con vosotros, en esta plaza pública, engalanada magníficamente, en este día inolvidable de la celebración del primer centenario del tránsito a la gloria del Beato Marcelo Spínola, y  de la coronación de la Virgen de Gracia y Esperanza. Alegraos, queridos cofrades, isleños y peregrinos que, desde lejanos lugares, habéis llegado hasta esta celebración. Vivamos este acontecimiento singular con ilusión, entusiasmo y esperanza. Esta efemérides es un momento especial de gracia y esperanza. Todo San Fernando, todos los isleños, participan con agrado en esta coronación canónica de la Virgen de Gracia y Esperanza.

1. Cantos de alegría

 Durante estos días, los poetas y el pregonero han cantado la hermosura y la belleza de la Virgen de Gracia y Esperanza. De ahí la preparación de actos referidos a la coronación: ofrenda floral, conciertos y certámenes literarios y la obra de caridad y solidaridad, sensibles a la situación que padecen tantos y tantos desfavorecidos y necesitados.

 Durante estos días, una nota de alegría y auténtica devoción a la Virgen de Gracia y Esperanza ha salpicado nuestras calles y plazas. Toda esta corriente de vida y  alegría mana como de su fuente, en esta Parroquia de la Divina Pastora, y de esta Hermandad de la Virgen de Gracia y Esperanza.

 

2. Un barrio humilde vive la Coronación

  Hace dos años que en esta misma plaza vibrábamos ante la Coronación de la Divina Pastora de la Almas, en la Solemnidad de Todos los Santos y en el Cincuentenario de la Parroquia.  Hoy asistimos alegres a esta Coronación de la antísima Virgen de Gracia y Esperanza. Hoy tiene cumplimiento el deseo formulado hace más de quince años de espera, el sueño de lo hermanos de la Sagrada Oración en el Huerto, se realiza en esta celebración. La bellísima y antigua imagen de María Santísima de Gracia y Esperanza es coronada canónicamente en el primer centenario del tránsito a la gloria del Beato Marcelo Spínola ¡Enhorabuena, hermanos !El pueblo cristiano de San Fernando invoca a la Virgen María y venera sus imágenes, ora ante ellas, las adorna con flores, luces, mantos y joyas, las lleva en procesión. y las corona con coronas de gloria, talladas y esculpidas en la imagen como complemento necesario de especial significación.

 La Iglesia saluda a la Virgen María como Señora y Reina. Para honrar tanta dignidad y grandeza, los fieles han ido poniendo coronas a las imágenes de María, y la Iglesia no sólo ha aprobado este proceder, sino que ella misma ha instituido un Rito solemne de Coronación.  Y es que la corona no es un adorno caprichoso. La corona es traducción iconográfica del mensaje evangélico, es un signo santo que tiene a Cristo por último referente, es una catequesis y un estímulo para nuestra vida cristiana. La Iglesia siempre ha mirado a la Virgen María como Virgen Coronada por Dios. Y así hemos de mirar hoy nosotros esta coronación canónica de la Santísima Virgen de Gracia y Esperanza.

3. Situación histórica de la Coronación

  Celebramos al mismo tiempo que la deseada coronación, el primer centenario del  tránsito a la gloria del Beato Marcelo Spínola, Cardenal Arzobispo de Sevilla, nacido en San Fernando.

El arzobispo mendigo se distinguió por su amor a la Eucaristía, por la caridad y su profundo amor a Jesucristo y a la Santísima Virgen. Él decía: El trato con Jesucristo Sacramentado es fuente de inagotables beneficios. El arzobispo mendigo defendía con el mismo entusiasmo a esos pobres obreros, como abogado laborista en Huelva, que se oponía con toda el alma a una ley injusta en el senado de la Nación y estaba atento a las necesidades de los pobres de la calle. La mariología del arzobispo mendigo fue una mariología de vanguardia anticipándose en su época al Vaticano II: La religiosidad popular es la forma que tiene el pueblo, es decir, la gente sencilla, de vivir y expresar su relación con Dios y con María Santísima.

4. Un camino desconcertante

  La Palabra de Dios que hemos escuchado nos ayuda a entender este camino de la coronación canónica. Entender el camino de la cruz y entender el significado de la coronación. Jesús le dice a Pedro: Tú piensas como los hombres, no como Dios. Entender la coronación canónica y en el verdadero sentido cristiano y entender el camino de la espera y de gracia y esperanza.

 El Reino de Dios se construye con el sacrificio de la propia vida en favor de los demás. Así lo proclama el siervo de Yavé y el mismo Jesús (Is 5, 5-10 y Mc 9, 27-35).Sin embargo el apóstol Pedro no lo comprende. El cristiano debe reconocer el valor del sufrimiento y de la cruz. Jesús después de escuchar la 

respuesta de Pedro indica que va a padecer, y enseña a sus discípulos a perder la vida para salvarla. El Maestro exige tres actitudes fundamentales para participar un día de su gloria: Que se niegue a sí mismo, que cargue con la cruz y que le siga. Pedro al oír hablar de la pasión increpa al mismo Jesús porque piensa según los criterios humanos y no como Dios. El cristiano siente también la tentación, como Pedro, de seguir los sentimientos puramente humanos, pero tiene que redescubrir el valor de la pasión que conduce a la vida sin fin.

5. Una mujer... coronada con doce estrellas

 La Palabra de Dios que es una historia de amor nos ha situado magníficamente en esta celebración de la coronación canónica de la Virgen de Gracia y Esperanza.  Hemos escuchado hace unos momentos: Apareció una figura portentosa en el cielo. Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas (Ap12, 1-2). Esta portentosa mujer es figura de la Iglesia. La Iglesia ha llegado en la Virgen María a su perfección. Lo que se dice de la Iglesia se dice, también, de María. Ella, la mujer de Gracia y Esperanza esperó con inefable amor de Madre.

6. Virgen de Gracia y Esperanza Coronada

Larga fue tu espera, anta María de la Esperanza. A nosotros, en cambio, ricos de tiempo y sin suficiente aguante, nos cuesta trabajo esperar. Larga fue tu espera, Santa María de Gracia y Esperanza, en tu silenciosa vida de Nazaret, hasta que el Señor miró la pequeñez de su esclava (Lc 1, 48). Larga fue tu espera desde la Anunciación hasta el nacimiento de Jesús. Larga fue tu espera en la noche del destierro a Egipto, en Jerusalén, buscando al niño perdido; en Caná, ignorando la hora de Dios; en el Calvario esperando amargamente la muerte de su Hijo; en el Cenáculo, esperando la Resurrección, y más tarde, la venida del Espíritu Santo. Larga ha sido, también, nuestra espera que hoy vemos cumplida con esta coronación. De tí, Virgen de Gracia y Esperanza hemos aprendido a esperar.

7. Coronación de la Virgen de Gracia y Esperanza

Una alegría indescriptible e inenarrable respiramos esta mañana radiante de luz y alegría. Hoy eres aclamada como Reina, por estos hijos tuyos que sienten en sus vidas tu amorosa intercesión. Ante ti, humilde Madre del Señor, Virgen de Gracia y  Esperanza, la Trinidad gloriosa te corona en el cielo y te venera, como Virgen de Gracia y Esperanza. Y hoy, signo de filial devoción, nosotros colocamos en tu imagen la corona de amor y de fe de esta parroquia y hermandad, y ciudad de San Fernando que te aclama y venera como Reina y Madre de Gracia y Esperanza.


8. Miremos y contemplemos a la Virgen de Gracia y Esperanza Coronada

 Contemplemos brevemente el significado de la Coronación de la Virgen de Gracia y Esperanza. Apareció una mujer.... coronada con doce estrellas (Ap 12,10). Coronar es signo de realeza.  No andemos quitando a la Virgen ni ocultándole la corona de gloria con la que el Señor la ha coronado. Algunos no han descubierto la verdadera imagen de María, ni su lugar en los planes de Dios.

No han entendido su verdadera misión y han sustituido su verdadera imagen por caricaturas... descuidadas y ruínes en su veneración, no acuden a Ella, prescinden de Ella. ¡Y no saben lo que se pierden! María no s un estorbo para ir a Dios. María no es un lujo en la vida cristiana. María no es una entrometida en vuestras relaciones con Dios... Todo en María conduce a Dios, lleva a Dios.

 María en su vida realizó la perfecta figura del discípulo de Cristo, espejo de todas las virtudes y vivió las bienaventuranzas evangélicas predicadas por Cristo. Miremos a María. Imitemos a María, la Virgen Coronada por Dios.

9. El Señor me ha coronado

 El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado. La liturgia pone en labios de la Virgen esta exclamación de clara resonancia bíblica: Me ha coronado. Coronar es poner, con solemnidad y reverencia, una corona de gloria sobre la cabeza del que la ha merecido. No existe ninguna persona más digna de ser coronada que la Virgen María, Madre de Dios, la llena de gracia, la bendita entre todas las mujeres, la que llaman bienaventurada todas las generaciones, la Hija predilecta del Padre, después del Hijo primogénito Jesucristo, la que es Madre del Hijo de Dios, Rey del Universo, la más espléndida gloria del Espíritu Santo. Bien merece una corona. La Virgen Santísima de Gracia y Esperanza merece esta corona. Coronar es culminar una obra importante. La Virgen es la culminación feliz de la obra grande de Dios en el mundo.

La corona en las sienes de María es la traducción iconográfica del Magnificat: constantemente está proclamando la grandeza del Señor  La coronación de Nuestra Señora ha provocado entusiasmo en el cielo y en la tierra. Teólogos, místicos y poetas han estudiado, profundizado y cantado este misterio.  Nosotros, al verla así coronada y exaltada, no podemos más que gritar con entusiasmo: Más que tú, sólo Dios, sólo Dios. Alabando a la obra ensalzamos al autor.

- La corona es premio. Cuando decimos coronación, queremos decir que María ha recibido del Señor una gloria singular como galardón, premio y recompensa de su fidelidad. Con qué gozo le diría el Señor cuando Ella se presentó a Jesús: Muy bien, sierva buena, sierva fiel entra en el gozo....

 - La corona es signo de victoria. Dichoso el que soporta la prueba, porque una vez aquilatado, recibirá la corona de la vida, que el Señor ha prometido a los que le aman. San Pablo en medio de sus luchas y peligros exclamó: He combatido... ahora me espera la corona merecida.

- La corona es signo de esperanza. Confiad yo he vencido al mundo, dice el Señor. El futuro es Cristo. Miremos a María, Madre de Gracia y de la Santa Esperanza.

- La corona es signo de honor, símbolo de dignidad. Todo ser humano es coronado de gloria y dignidad. En la frente de María significa su excelsa dignidad de Madre de Dios, su dignidad singular y trascendente, única e irrepetible. Todo ser humano está coronado de gloria y dignidad.

- La corona es signo de grandeza. Ante la Virgen coronada nos preguntamos: ¿Dónde está la grandeza de la persona humana? En el mundo hay tres grados de grandeza: a) la grandeza de los cuerpos: belleza, vigor físico, poder; b) la grandeza de la mente: intelectualidad, ciencia, técnica; c) la grandeza del amor. La grandeza de Cristo es la grandeza del amor. Él no ha venido a hacer alarde de intelectualidad. Él ha venido a amar.

 - La corona es signo de martirio. Los mártires son los coronados; son corona de la Iglesia y gloria de la humanidad, no amaron tanto la vida que temieran la muerte. Han llegado al Reino con la palma del martirio, y de la mano de Dios han recibido la corona de gloria. Los mártires son creíbles porque se dejaron matar. Los cristianos hemos de estar en permanente actitud martirial. La corona es símbolo de santidad de vida. Todos estamos llamados a ser mártires, es decir testigos. La santidad de vida es una victoria que tiene en el cielo reservada una corona.

 - La corona es símbolo de santidad de vida. Las vírgenes que son la flor de la familia de la Iglesia, la parte más ilustre del rebaño de Cristo, son representados en el arte sacro con coronas en la cabeza, como reinas, o en las manos en actitud de ofrenda a Dios.  Los santos son corona de la Iglesia. Hay muchos santos y santas vivos entre nosotros. El mundo necesita que haya santos, hombres y mujeres de esta clase que devuelven la confianza en la humanidad, animan y estimulan. Son la perla más brillante de la corona de María.  El brillo de la corona, símbolo de la santidad, nos tiene que interpelar fuertemente. ¿Por qué los santos? El secreto de María es Jesús. Esa corona brillante que lleva la Virgen la hizo un artífice. También hay un artífice de la santidad que trabaja en nosotros la imagen de Cristo. Dejémonos trabajar por el divino artista, que es el Espíritu Santo, Señor y dador de vida. En la corona de la Virgen todos tenemos un puesto reservado. 

- Hay coronas de luces. Las lámparas en forma de corona, que cuelgan de los templos, realizadas en oro, plata, hierro, bronce.

- Hay coronas de rosas. De rosas naturales o estilizados, que rodean la imagen de la Virgen María como aureola o que, en forma de corona, adornan su cabeza. La rosa es símbolo típico de María, Madre de Dios, "Rosa mística” brotada de los patriarcas y reyes.  ¡Tú, Virgen de Gracia y Esperanza, hoy eres coronada!

10. Invitación que nos hace la Virgen de Gracia y Esperanza en el día de su Coronación Canónica

 En este día de la Virgen de Gracia y Esperanza Coronada, desde su trono nos dice: Soy vuestra Madre, soy vuestra Reina. Estoy coronada, pero soy vuestra servidora, porque servir es reinar. Ella nos dice: ¿en qué puedo serviros?  Ella nos invita en este momento histórico que estamos viviendo y nos señala el camino a seguir y nos dice: Haced lo que Él os diga. Radicalidad evangélica.  En este día Jesús nos dice que tengamos los mismos sentimientos que Él tuvo, que nos neguemos a nosotros mismos, que tomemos la cruz de cada día y le sigamos.

- A purificar el polvo del camino. Es decir, hay que ahondar en los fundamentos de esta auténtica devoción y amor a la Virgen de Gracia y Esperanza Coronada, y estar capacitados para infundir en estas raíces la fe y plenitud evangélica.  Os invito a todos vosotros, a hacer de esta Hermandad, parroquia y barrio, un verdadero lugar de devoción mariana, una verdadera escuela de vida cristiana en la que crezca la fe y se fortalezca con la Palabra de Dios, con la conversión, con la recepción frecuente de los sacramentos, especialmente la Eucaristía y Penitencia, y, de este modo, florezcan las obras de caridad, solidaridad y fraternidad, y las vocaciones de especial consagración: vida consagrada y ministerio sacerdotal. En esta parroquia de la Divina Pastora debéis conocer cada día más y mejor a Nuestro Señor Jesucristo y lo deis a conocer a los demás.

- A la transmisión de la fe desde la familia y en la familia, tal y como nos lo ha recordado el Papa Benedicto XVI recientemente en Valencia: La familia cristiana tiene hoy, más que nunca, una misión nobilísima e ineludible, como es transmitir la fe, que implica la entrega a Jesucristo, muerto y resucitado y la inserción en la comunidad eclesial, al mismo tiempo, llevar a cabo el mensaje de la defensa de la vida y del respeto a la vida, ya desde el seno materno, en todo momento y hasta el final de la vida. Nos invita también a ser constructores de paz. Es decir, a colaborar para hacer crecer una convivencia fraterna en nuestra sociedad: una convivencia que reclama la puesta en práctica de una verdadera justicia social, de una equitativa distribución de las riquezas, con el fin de que se remedie la situación del trabajo en nuestra sociedad.

 - A trabajar por la civilización del Amor. El Papa Benedicto al mundo entero lo ha invitado a vivir en el amor, como nos dice en su Carta Encíclica Dios es Amor. Os  invito a superar el individualismo y egoísmo que destruye el tejido social del mundo moderno. Hay que trabajar por la civilización del amor, del perdón y de la reconciliación. Hay que tener entrañas de misericordia y amor con toda clase de personas y situaciones: los enfermos, desfavorecidos de nuestra sociedad, los últimos de los últimos, que son los enfermos terminales de Sida o la droga.

 

11. Eucaristía y acción de gracias.

Un nuevo camino, una nueva senda aparece ante nosotros, en este día de la coronación de la Virgen de Gracia y Esperanza. Aquí y ahora, queridos cofrades, isleños feligreses, la Virgen de Gracia y Esperanza Coronada, nos invita a seguir sus huellas, que no son otras que las huellas de su Hijo Jesucristo. Por eso, nuestra vida tenemos que concebirla como un tránsito, como el del Beato Marcelo Spínola y la Virgen de Gracia y Esperanza. Virgen de Gracia y Esperanza, sé tú nuestra compañera de camino siempre. Hoy recordamos a nuestros queridos hermanos difuntos, que asisten a tu coronación desde otro lugar en el que tú también habitas y estás coronada, llena de gracia y esperanza.  En esta Eucaristía, damos gracias a Dios y a todas aquellas personas que han hecho posible esta coronación, en este primer centenario del tránsito a la gloria del Beato Marcelo Spínola, arzobispo mendigo.

 


Todo el pueblo de San Fernando, todos los isleños y cofrades damos gracias a la Virgen de Gracia y Esperanza y le decimos: Tú eres Señora del silencio y de la cruz. Tú eres Señora del amor y de la entrega. Tú eres Señora de la alegría y de la Gracia y la Esperanza Coronada.

 

En San Fernando, a 16 de septiembre de 2006

D. ANTONIO CEBALLOS ATIENZA

OBISPO DE LA DIÓCESIS DE CÁDIZ Y CEUTA


Procesión de alabanzas

Si pletórico fue el pontifical de Coronación Canónica de nuestra titular María Santísima de Gracia y Esperanza Coronada, no menos emotiva fue la procesión de alabanzas extraordinaria que la dolorosa realizó ya por la tarde por las calles del barrio de La Pastora. Fue una salida multitudinaria. Prácticamente toda La Isla se congregó a lo largo del itinerario procesional en esa tarde del 16 de septiembre para acompañar a Gracia y Esperanza en esta ocasión tan especial. Una jornada que no pudo tener mejor broche de oro que el cálido abrazo con el que la cuidad acogió a nuestra titular ya por fin coronada tras tanto años de espera.






Desde el momento de la salida hasta la recogida, ya de madrugada, apenas pudo verse un hueco en las aceras y numerosos fieles y cofrades en general se congregaron en torno al paso de palio para acompañar a nuestra dolorosa en este recorrido extraordinario. Ni siquiera en la noche del Martes Santo se ha podido semejante expectación con la cofradía en la calle. Además, desde los primeros momentos, la emoción y la alegría desbordada por la Coronación Canónica de nuestra titular se palpaba en la calle y ese entusiasmo impregnó a todos los hermanos y fieles.

La hermandad además contó en el cortejo con la presencia de un número destacado de hermanos -más de un centenar- que quisieron acompañar a su titular en esta jornada tan especial en su recorrido por las calles de nuestra ciudad. Portando cirios los hermanos fueron agrupados en varios tramos separados por las insignias marianas -Sine Labe y el guión mariano-, así como de la Cruz de Guía que abrió la procesión y la bandera de la cofradía. Pero el Huerto en la calle fue más que eso, mucho más, ya que numerosos hermanos y fieles quisieron en esta jornada tan especial quedarse al lado de María Santísima de Gracia y Esperanza y no separarse de ella y a su lado estuvieron toda la tarde y la noche.

También nos acompañaron en esta tarde las hermandades de la parroquia –Divina Pastora, Ecce-Homo y Misericordia- así como el párroco por aquel entonces de la Pastora y director espiritual de la cofradía Rvdo. Padre José Piñero Serván y el vicario parroquial el Rvdo. Padre Martin José García Ramírez. Además, en esta tarde de la coronación canónica, acompañaron a la hermandad de la Sagrada Oración en el Huerto en su salida extraordinaria el alcalde de la ciudad 2006, D. Manuel María de Bernardo y la primeria teniente de alcalde María del Carmen Gómez Braña, así como otros representantes de la corporación municipal que quisieron compartir estos momentos inolvidables con la cofradía. 

 Hasta el buen tiempo acompañó a la procesión de alabanzas de María Santísima de Gracia y Esperanza y ni siquiera el viento que hizo acto de presencia por la mañana durante la celebración del pontifical de Coronación Canónica, entorpeció la salida vespertina. Éste amainó y permitió lucir la candelería encendida durante toda la noche. Las velas casi se redujeron con su totalidad como pudo comprobarse en su recogida.

 Para esta ocasión tan especial, el acompañamiento musical estuvo a cargo de la banda de música de la Sociedad Filarmónica Virgen de la Oliva, de la sevillana localidad de Salteras. El paso fue cargado por una cuadrilla de la Asociación Jóvenes Cargadores Cofrades.



La presea de la coronación

La corona de María Santísima de Gracia y Esperanza fue realizada en 1993 por la orfebrería de Hijos de Juan Fernández de la ciudad de Sevilla siendo de oro y plata sobredorada. La corona está claramente inspirada en la anterior de Seco Velasco, realizada en alpaca en 1953, presentando una gran similitud al repetir su forma, composición y elementos más significativos.La corona, de unos 46 centímetros de altura, es de estilo neobarroco. El aro, de 17 centímetros de  diámetro, se compone de dos molduras perladas y otra cóncava sencillamente labradas con motivos rectangulares. El alto canasto de forma troncocónica invertida  está profusamente decorada a base de motivos vegetales y florales, y orlada por ocho tondos ovalados, los cuales contienen el anagrama de María Santísima y algunos símbolos de las letanías del Rosario (torre, puerta, espejo, estrella y rosa).

Los volumétricos imperiales son hojas de acanto, que en número de ocho confluyen en el orbe. La ráfaga se compone de abigarrada ornamentación floral y vegetal entrelazada, de las que parte el resplandor, a base de triples haces de rayos de tamaños alternados, además de catorce formas vegetales que sirven de sostén a sendas estrellas de seis puntas con pedrería  inclusa y superpuestas a estrellas caladas, también de seis puntos. La ráfaga sirve de soporte de la cruz latina perlada, la cual se dispone en el eje de la presea incluyendo las reliquias del Beato Marcelo Spínola. Sobresaliendo de dicha cruz se disponen pequeños haces de rayos con dos tamaños alternativos.


Tras el decreto de Don Antonio Ceballos Atienza, de 24 de febrero de 2006, encomendando la continuidad de los preparativos para el proceso de coronación canónica de María Santísima de Gracia y Esperanza, la junta de gobierno decide reformar y enriquecer la corona descrita anteriormente. Para ello se decide visitar el taller de Orfebrería Triana, regentada por el afamado orfebre Juan Borrero, con vistas a la realización de un estudio sobre la corona que sería punto de partida para la nueva obra, manufacturada como ya hemos mencionado por los Orfebres Hijos de Juan Fernández en 1993. 


En la primavera de 2006 se presentó el boceto de reforma y enriquecimiento que a continuación se expone y que fue ejecutado en los mese siguientes para ser estrenada el ya célebre 16 de septiembre de 2016:

Debido a le excesiva simplicidad de la corona, la junta de gobierno se decantó por la opción de enriquecer la presea, respetando el deseo de no romper en demasía con las características esenciales propias de la corona anterior, las cuales se basa en otra primigenia que aún posee la hermandad salida en 1953 de los talleres sevillanos de Seco Velasco. 

Las mejoras que se van a acometer en la corona son:

Inclusión de piedras preciosas.

 Los motivos florales existentes repetidos en el canasto y ráfagas modifican sus estigmas de orfebrería, al incluirse en estos diferentes piedras preciosas en color verde. De similar manera se actuó en los elementos vegetales del canasto por su unión con los imperiales, optando en este caso por pedrería blanca. 

La cruz que remata el conjunto con la reliquia del Beato Marcelo Spínola y Maestre, otro de los elementos más destacados de la corona, se  enriquece. La  pedrería se sustituiría por pedrería en tonos verdes, además se añadirían perlas a la cantonera de la cruz.

 El canasto fue uno de los elementos que experimento más modificaciones. Junto a la inclusión de pedrería, se dotaría con una serie de guirnaldas florares en su base, dotando así a la corona de un mayor volumen y virtuosidad. Por otro lado, se logró una mayor airosidad en el canasto que vino a aligerar la masa del mismo mediante la inclusión de perillas entre los imperiales y se logró una relación de proporciones mucho más armónica entre la Virgen y la corona. El aro se sustituyó por uno de orfebrería calada.

Las estrellas de la corona, que en número de catorce orlan la ráfaga, tenían un formato sobredimensionado, por lo que fueron sustituidas por otras de menores dimensiones y en igual número, logrando así un conjunto más estético y proporcionado. Las nuevas estrellas, que no están caladas, llevan inclusa una piedra preciosa blanca.

 La corona incluye también una pequeña ancla de oro pendiente de los imperiales del canasto, símbolo de la Esperanza y advocación de la Señora.

 Se sustituyó el globo terráqueo de oro por uno en marfil, cuyo meridiano fue enriquecido con distintas piedras preciosas, dejando así un conjunto más realzado mediante la conjunción de material dorado y marfil. Orlando todo este conjunto, un sol de oro con ráfagas de rayos rectos y curvilíneo alternado.

 Se procedió a la inclusión de dos ángeles ebúrneos, de nueva factura y con un tamaño de seis centímetros de altura, que sirven de sostén a la cruz que remata el conjunto. En la ráfaga se ha incluido también dos cabeza aladas de ángeles de igual materia.


El besamanos de acción de gracias

Un domingo después de la Coronación Canónica, el festivo e histórico 24 de Septiembre, la parroquia de la Divina Pastora sirvió de nuevo de espacio para poner el broche de oro a los actos extraordinarios de la coronación canónica de nuestra titular al exponer la imagen de María Santísima de Gracia y Esperanza Coronada en besamanos extraordinario. Fue el momento ideal para acercarse a la imagen de nuestras devociones y recrearse en ella, después de la vorágine de sentimientos de la anterior semana, darle a gracias por tanta dicha, hablar con ella, felicitarla y felicitarnos todos.

Esta jornada extraordinaria comenzó con la misa parroquial, la cual se convirtió en una eucaristía de acción de gracias por la Coronación Canónica. La ceremonia religiosa que nuevamente volvió a llenar de hermanos del Huerto la Iglesia de la Pastora, estuvo ofrecida por el Rvdo. Padre Fructuoso Antolín Camacho, vicario diocesano de Pastoral que felicitó a la hermandad por el gran acto mariano recién vivido y alentó a la cofradía en sus nuevos compromisos con la Iglesia diocesana.

A continuación se abrió de nuevo el besamanos de María Santísima de Gracia y Esperanza Coronada que permaneció al pie de su altar expuesta a la devoción de cientos de fieles que se acercaron durante todo el día para felicitarla. La imagen de la Virgen lucía su nueva saya verde que, combinada con un nuevo manto blanco, dejaba ver la singular belleza de nuestra titular.

También es esa jornada, la junta de Gobierno de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno quiso rendir homenaje a nuestra Madre de Gracia y Esperanza, haciendo entrega tras la misa de acción de gracia de un bello regalo.



Por su parte, el besamanos contó además con el respaldo con los hermanos de la cofradía de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Amor que en esta jornada conmemoraban su 25 aniversario fundacional con una salida extraordinaria de su titular que lo llevó hasta la Iglesia Mayor Parroquial. A su regreso, ya por la tarde, la hermandad de la Bazán, dada la reciente coronación de María Santísima de Gracia y Esperanza, quiso felicitar personalmente a nuestra hermandad y a su titular. Para eso hizo que el itinerario ya de vuelta a su barrio pasara por la Pastora, donde su junta de gobierno hizo una ofrenda a la Virgen y le entregó un hermoso regalo; un broche con el escudo de la cofradía. Por su parte nuestra hermandad correspondía a los hermanos del Gran Poder en ese día tan especial también para dicha corporación, entregando un simbólico ramo de flores que se depositó a los pies del nazareno de la Bazán.  El paso hizo fondo delante de la puerta principal del templo unos minutos para luego continuar con su camino a los sones de  “La Oración en el Huerto” de Agripino Lozano. La levantá posterior estuvo a cargo de nuestro hermano mayor. 

La jornada terminó tras la misa de ocho con el cierre del besamanos.  


V aniversario de la coronación (2011)

Como cada año en el mes de Septiembre la familia hortelana recuerda la gloriosa jornada del 16 de Septiembre de 2006, en la que el antiguo Obispo de Cádiz y Ceuta Don Antonio Ceballos Atienza coronara a nuestra titular María Santísima de Gracia y Esperanza, día de júbilo para cientos de hermanos de nuestra corporación que por fin veían cumplido un sueño largamente esperado. 

Para recordar tal efeméride, el 16 de septiembre de 2011 en el V aniversario de la coronación canónica se celebró una Santa Misa conmemorativa en la Iglesia de la Divina Pastora, en la que la palabra de Dios estaría proclamada por nuestro director espiritual el Reverendo Padre Luis Palomino Millán, sirviendo esta celebración como magnifico pórtico para los posteriores cultos extraordinarios del día 18 de Septiembre.

 

Ya en la jornada del 18 de Septiembre nuestra hermandad desde primera hora de la mañana realizó un besamanos extraordinario a nuestra titular. María Santísima de Gracia y Esperanza lucía radiante en el altar mayor de nuestra parroquia, bellamente ataviada y con un magnifico montaje de cultos realizado por el equipo de mayordomía de nuestra hermandad. La insólita estampa sorprendió gratamente a los cientos de devotos, hermanos, vecinos del barrio de la Pastora e isleños en general que se acercaron durante toda la jornada a postrarse ante la singular belleza de la Madre de todos los hortelanos. 

A partir de las once y media de la mañana, tuvo lugar la solemne función en honor a María Santísima de Gracia y Esperanza Coronada, ante una iglesia repleta de hermanos y devotos. Nuestro párroco y director espiritual de la hermandad recordó la histórica jornada de la coronación de nuestra titular, instándonos a que imitemos el afán de sacrificio y el amor al prójimo que siempre demostró la Santísima Virgen. De la misma manera nos recordó como nuestra parroquia vive con especial intensidad el amor a la Santísima Virgen María, siendo el templo mariano por excelencia de nuestra localidad.



En esta Santa Misa un grupo de hermanos y devotos que peregrinaron a Tierra Santa durante el periodo estival hicieron entrega a nuestra cofradía de una donación consistente en un cáliz y una patena provenientes de Getsemaní. Este grupo en su peregrinación pudo celebrar una hora Santa y posterior eucaristía en la Iglesia de las Naciones junto al huerto de Getsemaní. De igual forma, tuvieron el privilegio de realizar una procesión claustral con su Divina Majestad por el interior de dicho huerto, donde entre olivos milenarios y sobre una roca oró Nuestro Señor Jesucristo antes de ser prendido y condenado a muerte.

 

Esta jornada de cultos extraordinarios finalizaría a las ocho de la noche con el rezo de la Salve ante nuestra titular.

 





X aniversario de la coronación (2016)

En septiembre de 2016 se cumplieron diez años de la coronación canónica de María Santísima de Gracia y Esperanza. La Junta de Gobierno organizó una serie de actos para conmemorar esta efemérides todos ellos de carácter cultual.

Los actos se iniciaron en la mañana del viernes 16 de septiembre, día en el que se conmemoraba esos diez años de tan magno acontecimiento. De forma extraordinaria, la imagen de María Santísima de Gracia y Esperanza Coronada estuvo expuesta desde las 9 de la mañana en Solemne Besamanos para la adoración de los hermanos, fieles y devotos. Para esta ocasión, nuestra amantísima titular presidió este acto en el altar mayor de la Iglesia de La Pastora en un montaje que quería hacer recordar el instalado en 2011. Para ello, se le atavió con la presea y la saya verde de la coronación y el manto bordado de salida. Para terminar esta jornada tan especial, a las 19,45 horas se rezó el Santo Rosario y a las 20 horas se celebró Santa Misa de acción de gracias, estando oficiada por nuestro director espiritual y párroco de la Divina Pastora Rvdo. P. D. Luis Palomino Millán.