El futuro paso de palio de María Santísima de Gracia y Esperanza Coronada

El futuro paso de palio de María Santísima de Gracia y Esperanza Coronada ha sido diseñado en el año 2021 por el artista malagueño Curro Claros. Se caracteriza por ser unas andas procesionales de respiradero bordado y palio en el que se intercala el terciopelo con la malla bordada. El color verde esperanza es el dominante junto al hilo de oro. El diseño destaca por una decoración profusa llena toda ella de simbología catequética, en armonía con el único elemento que procesiona en el actual paso de misterio que se mantiene: el manto bordado de salida. A continuación, se desgranan las diferentes partes del diseño, usando para ello fragmentos del texto de presentación del diseño realizado por el periodista malagueño Fran Cabello.

SIGNIFICADO Y MENSAJE CATEQUÉTICO

El uso del palio hunde sus raíces en el mundo romano, en el heroa de los emperadores. El cristianismo lo toma y lo usa litúrgicamente para distinguir el lugar principal de la celebración, reservado al cuerpo de Cristo. A partir del s. XVI las imágenes dolorosas comenzaron a ser portadas bajo palio, pues María queda representada como el primer sagrario de ese cuerpo de Cristo en la Tierra.

Desde sus inicios la religión cristiana utilizó el arte y la simbología para transmitir ideas. Y ese concepto pronto se trasvasó al mundo de la religiosidad popular donde las andas procesionales se convirtieron en verdaderos retablos itinerantes en los que los elementos descriptivos y ornamentales empleados deben basarse en un completo programa iconográfico, con una información  iconológica  profunda y  compleja, donde nada queda al azar y no es fruto de la casualidad ni una cuestión de simple estética. El futuro paso de palio de María Santísima de Gracia y Esperanza Coronada ha sido creado para transmitir desde el arte la Fe cristiana. Por eso está plagado de elementos ornamentales y figurativos que,más allá de su belleza, tienen una lectura catequética.  

MOLDURÓN, MANIGUETAS, RESPIRADEROS Y FALDONES

El moldurón es una sinfónica de formas cóncavas y convexas, profusamente ornamentadas con hojarascas, siendo las más estrechas, las elegidas para servir de base y, en forma de capiteles valientes para los varales. De este moldurón, salen cuatro maniguetas realizadas en plata, cargadas de simbología marinera y esperancista, finalizan la parte terrenal del paso. Con forma estilizada, a la par que dinámica por las curvas que las conforman,

el diseño de estas maniguetas recuerda al mascarón de proa de los grandes navíos que surcaban el Atlántico en épocas pasadas. Partiendo de un borlón que cuelga desde su exterior, una maroma recorre la totalidad de la maniqueta, rodeándola para terminar uniéndola al moldurón con tres fuertes vueltas que nos recuerdan la firmeza de la Esperanza. Motivos vegetales decoran las piezas, dejando una rocaya en la parte superior de la pieza.

Los respiraderos están inspirados en la obra de Juan Manuel Rodríguez Ojada siguiendo el estilo regionalista que otorgó a pasos tan relevantes como el de la Esperanza Macarena, entre otros. Profusamente bordados, reflejan motivos florales que brotan de jarras que rematan la zona inferior de los mismos. Estas jarras sirven de custodias para medallones especialmente seleccionados, ya que todo en este relicario tiene un sentido. Bordeando los medallones un guiño y una seña inconfundible de identificación con el Señor: unas hojas de olivo de las que nacen tres olivas, a cada lado del medallón. En ellos, Curro Claros, ha dejado muestra de cinco heráldicas especialmente vinculadas a la hermandad y que irán bordadas en sedas; en el respiradero frontal se representa el escudo del Beato Marcelo Spínola y en los laterales el del papa Pío XII y el obispo Tomás Gutiérrez (fundación) y el del papa Benedicto XVI y el obispo Antonio Ceballos (coronación).

Por su parte, los faldones estarán realizados en terciopelo verde olivar, con bordados en oro a forma de galones a los que se une toda una simbología de hojarascas, rocallas y redes, rematada en cada esquina por el ancla de la Esperanza que nos hace aferrarnos a la fe en María. Sobre ese terciopelo, tres medallones enmarcarán tres escenas de la vida de María. Tres medallones que descansarán sobre la espalda de tritones que se rinden ante la Excelsa Virgen María. En uno de sus laterales, uno de los momentos más importantes para el cristiano. Un ángel bajó de los cielos y se presentó ante la virgen María. Dios te Salve, María, llena eres de gracia. El momento de la anunciación del nacimiento de Jesús marcará uno de los pasajes evangélicos de los faldones. En el otro lateral, el momento en el que, guiada por la mano de Dios, María se dirige a visitar a la prima Isabel y se nos regala la mejor de las oraciones que tenemos los hijos de Dios para nuestra queridísima madre: el Magníficat. Orlado en ese lateral, encontraremos la visitación de María a Su prima Isabel. Y para el frontal queda el momento en el que a final de su vida terrenal, María sube a los cielos en cuerpo y alma, dogma de fe, promulgado por el Papa Pío XII en el año 1950.